Debo admitir que de no ser una lectura necesaria para el estudio de la novela moderna jamás, o al menos eso creo, la hubiera intentado leer de nuevo. La novela se compone de tres partes: la primera, es la introducción escrita por un desconocido del que nada sabemos, salvo que es un buen ciudadano con costumbres burguesas, una persona ordinaria que no gusta de las complicaciones, vive en armonía con su espíritu puesto que ha decidido no oscilar entre los extremos del vicio o la santidad y mantenerse en el centro de la estabilidad, también aburrimiento -pero esto es algo que él mismo no se cuestiona-, entonces, ¿qué de importante tiene reparar en este personaje del cual jamás se escribirá una novela? (O quizás sí, si se convirtiera en cucaracha), acaso la única razón es la de ser el sobrino de la casera de Harry Haller (el protagonista de esta historia), con quien entabló cierta amistad. De tan íntimo, el escrito recuerda al género epistolar, a través del cual nos acercamos a la existe
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió... Sabina Aconteció la vida juntos. La otredad dejó de ser extraña para volverse familiar, necesaria. Como siempre, cometí actos fallidos. Mi afición por encubrir esa perentoria necesidad que tiene el deseo de manifestarse a costa del infame dolor que pueda generar, hizo traicionar mi propia voluntad, cuando en realidad lo único que me hubiera gustado hacer era sentarme en tus piernas y besarte, interminablemente. El sueño lo descubrió todo, ¿por qué incluso en el sueño era capaz de traicionar el deseo puro, libre de máscaras? La costumbre de evadir una destrucción. Sin embargo ahí está el sueño y su naturaleza profética. Si no para la vida en vigilia, si para la vida que transcurre en el sueño, en donde también soy. Despierto un segundo y vuelvo al sueño, apareces de nuevo en él, en la cotidianidad de los días por venir. Traes un suéter anaranjado, el pelo te ha crecido y me saludas con una gran sonrisa. Un par de día