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Betzy

La vio en el centro. Su piel era blanca en demasía e iba vestida de rosa y morado. Precavido se le acercó, más la escrutaba morbosamente. Ella no mostraba incomodidad ante el escudriñamiento minucioso de Mariano, es más ni siquiera percibió su existencia. Sin embargo él no se puso triste, al contrario eso significaba que no era una chica fácil.

Al día siguiente fue al mismo lugar esperando encontrarla, pero no tuvo éxito. Sin saber qué hacer caminó por las calles del centro, pensando en no preocuparse, aunque tuviera que buscarla toda la vida la conseguiría. Una gran sonrisa y un silbido cursi lo acompañaron en su búsqueda.

Pasó el tiempo y Mariano ya no silbaba. Amigos y familiares no sabían qué hacer con el pobre muchacho. No hablaba y se la pasaba vagando por las calles del centro, obsesionado con encontrarla. Sin embargo la mala suerte era parte de su destino. Triste y cansado resolvió ir a casa y salir con alguna de sus novias pasadas. De esa forma ya no pensaría en ella.

Listo y engalanado se acordó de los buenos momentos que había tenido con Priscila pero no recordaba dónde hallarla. Tal vez en algún cajón estaría… subió, la buscó y la encontró. Hermosa como siempre solo faltaba que la inflaran.

Comentarios

Sofía Reyes dijo…
pobre Priscila, aguantando a rechazados sociales
proctorul dijo…
La historia de mi vida, pero mi ex no se llama Priscila sino Manuela.
Pablo dijo…
La mujer perfecta...
y también hay hombres perfectos... oh sí.

http://www.realdoll.com/dolls.asp
peligro dijo…
que raro mi ex tambien se llama manuela

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