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espasmos

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Aún estando resignada al olvido, a la muerte, me niego rotundamente al ideal devastado del amor que como un mártir caminó a las ruinas de la culpabilidad. Te invento con el aliento áspero del adiós.
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El dolor se instala cómodamente. Se acuesta en una pendiente de tierra mojada, ha amainado el monzón. El alma tremante quiere otra coraza ¿Una más? No servirá de nada. El diálogo tendrá que ser hacia otro y no con sus máscaras derruidas. Silencio. Y ese otro al que no se le habla pero al que se le ama dice que nos falta fortaleza. Y las palabras deshonestas son vacías. Y Revueltas dice que la verdad siempre es revolucionaria.
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Existiremos en el recuerdo como la imagen de la mujer que camina sobre la vereda, de espaldas al ojo que sin saberlo retrata su partida; o aquella otra en que mujer y hombre se abrazan y besan la cara con espasmos eludiendo la despedida. Nadie sabe si volvieron a amarse.

Comentarios

B West dijo…
PROBABLEMENTE SÍ!

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