y no es que quiera ser farola pero esa canción me encanta... recuerdo que te fuiste y yo después de darte un largo beso me recoste en la cama, y a lo lejos (a esa hora) se escuchaba, y pensé que quizás era parte de un sortilegio malintencionado.
el chiste es que nos hemos vuelto a encontrar pero lo más chistoso es que soñe contigo, a pesar de mi drogada indiferencia sigues aquí. Coño, Maldita Sea, no he podido dejar de pensar en ti.
y al día siguiente me entretuve con pláticas de meterse el dedo y no meterselo, de la trangresión y el alivio al vomitar, en asolear mi saco que apestaba a marihuana, en fin, esa noche estaba tan tan tan no sé, no sé nada, y hoy veo como es que todas las certezas de un momento se me escapan de las manos.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió... Sabina Aconteció la vida juntos. La otredad dejó de ser extraña para volverse familiar, necesaria. Como siempre, cometí actos fallidos. Mi afición por encubrir esa perentoria necesidad que tiene el deseo de manifestarse a costa del infame dolor que pueda generar, hizo traicionar mi propia voluntad, cuando en realidad lo único que me hubiera gustado hacer era sentarme en tus piernas y besarte, interminablemente. El sueño lo descubrió todo, ¿por qué incluso en el sueño era capaz de traicionar el deseo puro, libre de máscaras? La costumbre de evadir una destrucción. Sin embargo ahí está el sueño y su naturaleza profética. Si no para la vida en vigilia, si para la vida que transcurre en el sueño, en donde también soy. Despierto un segundo y vuelvo al sueño, apareces de nuevo en él, en la cotidianidad de los días por venir. Traes un suéter anaranjado, el pelo te ha crecido y me saludas con una gran sonrisa. Un par de...
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