Ir al contenido principal

los dados eternos

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
César Vallejo

Comentarios

Entradas más populares de este blog

masoquismo disfrazado de mecanismo de defensa

nada de chicos ostra, ni puñes reprimidos, ni club oficial de bateados... Ahora intento ser escéptica y solo confiar en el arte de ciertos escritores y algunos músicos, intentar no dejarme llevar por sentimientos prostituidos que han sublimado el dolor; quizás no fluir en conceptos elaborados... tal vez funcione volvernos escépticos para dejar de sufrir, aunque no creo que deje de gustarme John Lennon, ni creo que la melancolia que en ocasiones es insoportable se vaya y sobre todo porque abandonarme al escépticismo sería como entregarme a la Gran Costumbre... Y es en estos momentos cuando el dramaturgo se cuestiona: ¿Por qué maldita sea me gusta sufrir? y el personaje de su obra mediocre le contesta desde la última línea de la hoja: Pero si bien que te gusta, así que deja de quejarte.

Nocturno fuego

La noche siembra senderos mórbidos de improvisada lucidez en la mente de la niña,  la de pelo azabache y ojeras guinda... Dicen que abrió el cajón de la cerradura y vistió alas azules  y en el tragaluz de doña Herminda gritó "Azorka no volará conmigo" Los más fatalistas  la imaginan caer en el aliento del Mictlampa,  en ráfagas empañadas de un viento dolido de ser nada                                               la verdad  no había nadie Ahora sueña con los ojos abiertos.  Ni sustos, ni gotas, ni el sufrimiento de las alas arrancadas pudieron cerrarlos No despertará nunca más, dicen  Es el grito de las aves incendiadas, digo  El silencio, siente Azorka, lo devolverá a ella.

una noche cualquiera

Recuerdo haberlo invitado a la fiesta pensando en nada... ¿quién eras? no me importaba, sólo me gustaba la forma en como me veias al hablarte o quizás solo imagine que me mirabas tiernamente. Líneas con sangre seca, mejilla izquierda hinchada, cinco puntadas. Pensaba que tal vez lo olvidaría algun día... Imposible, el día en que durmieron juntos por vez primera no lo olvidaría por cierta herida en el rostro o Por no querer aceptar que en realidad no borraría de su mente ese recuerdo porque él había llegado a su vida. Cuando regrese con un parche que cubría la mitad de mi cara seguías ahí. Platicamos y fumamos mariguana, en algun momento sentí que estabamos en sincronía. Alcohol, mota, algun dolor escondido tras la llegada del viajero, tal vez ella lo usaría para ocultar un rechazo, algun desamor. Había llovido.Salieron de la casa y caminaron en busca del oxxo más cercano. De regreso un auto levanto un gran charco de agua y lo mojo. Dormimos juntos en una cama angosta mientras t...