Cinco veces hasta la mierda
y la verga enhiesta seduce la lengua de la perra,
al horizonte se eleva con su perfil de puta fresca,
de la selva oscura brota un río salado.
Se para y frota la cabeza,
que pronta le escupe para arrastrarse en el suelo.
Cuatro veces hasta la mierda
y de las comisuras corre blanca línea etérea
Negra, noche, mierda buena
Dulce/ niña tensa/ da las manos tersas
pura linda extensa y el maquillaje corrido sobre la fría piel
de estrella jugosa/exquisita/suculenta
Tres veces hasta la mierda, el éxtasis pasa, orgasmo
que es decepción, polvo, telarañas. Y ahora dime qué ves,
cansada, usada y aburrida cada vez que vuelve.
Dos veces hasta la mierda
y el sopor no disminuye, la euforia
corre intensa/mensa
En la mañana con puras
buenas veces tontas
un carruaje
in/menso
mensa
Una vez hasta la mierda y el mórbido licor desprende salada
sed ante tus piernas abiertas, la leche corriendo, la sed que
no cesa, el alba te sorprende ondulando la bandera marchita
manchada de humus y saliva. El tiempo corriendo, yo,
corriendo-me
me
me me
me
me
me
ehhh!!!
¡Estas ahí! Voltea, Observame y dime cómo has llegado,
cómo volveras o si deseas hacerlo.
¡Ahora SOLO MIERDA!
Dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete ¡mierda!
llena
terca amasando cuentos verdaderos
sueños
no recordados.
Los presentes: Proctorul, Elemea, Borracho Errante, Niño Machete y Ricardo.
nada de chicos ostra, ni puñes reprimidos, ni club oficial de bateados... Ahora intento ser escéptica y solo confiar en el arte de ciertos escritores y algunos músicos, intentar no dejarme llevar por sentimientos prostituidos que han sublimado el dolor; quizás no fluir en conceptos elaborados... tal vez funcione volvernos escépticos para dejar de sufrir, aunque no creo que deje de gustarme John Lennon, ni creo que la melancolia que en ocasiones es insoportable se vaya y sobre todo porque abandonarme al escépticismo sería como entregarme a la Gran Costumbre... Y es en estos momentos cuando el dramaturgo se cuestiona: ¿Por qué maldita sea me gusta sufrir? y el personaje de su obra mediocre le contesta desde la última línea de la hoja: Pero si bien que te gusta, así que deja de quejarte.
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